Cuántas veces te sentiste perdida al tratar de intervenir una pelea entre hermanos o manejar un estado emocional atípico en tu hijo? Lo más difícil de estas situaciones es que no nos sentimos seguros de estar haciendo algo justo, correcto y, sobre todo, conciliador, pero con la técnica de la Mesa de la Paz podemos enfocar la resolución de estos conflictos desde la disciplina positivista y constructiva.
La técnica de la Mesa de la Paz está basada en la metodología Montesori y se trata de un espacio físico en nuestra casa al que debemos acudir cuando se presenta un conflicto o una pelea entre dos o más miembros de la familia. También es un lugar para que el niño vaya a recuperar su ánimo habitual cuando se siente frustrado, enojado, triste, etc. y no sabe cómo exteriorizarlo.
Seguramente pensarán “es lo mismo que mandarlo al rincón a pensar”, pero cuando se envía al niño a pensar a una esquina o rincón de la casa se lo está castigando y por lo general ese tiempo lo utiliza para lamentarse, no para pensar y tranquilizarse. En cambio, esta Mesa de la Paz busca que los niños aprendan a identificar esas emociones en sí mismos y en los demás, a negociar, a tener empatía y a desarrollar su inteligencia emocional.
Crear La mesa de la Paz
La mesa debe estar en un lugar comunitario, nunca en la habitación del niño. Es un espacio neutro, un espacio de todos. Puede ser en la cocina o en la sala de estar y, si disponemos de espacio suficiente, hay que volverlo lo más acogedor posible con alguna alfombra, cojines y peluches, no juguetes. Los peluches pueden servir para abrazar, para apretar o para ayudarlos a expresar alguna emoción que no saben cómo sacar.
Se tiene que colocar un cesto que contenga algunas o todas estas cosas: un reloj de arena de plástico (yo me apropié de uno que venía en el juego de mesa Pictionary), un álbum de fotos familiares, una bola anti estrés (yo puse una bola de Emoji que compré en un chino) y un cuaderno con lápices de colores.
También pueden poner libros o cuentos que hablen de las emociones y una libretita que tenga una emoción en cada página para que él pueda encontrar la que siente en ese momento fácilmente.
Poner en práctica la Mesa de la Paz
Cuando ocurre una pelea entre hermanos hay que llevarlos a la mesa y explicarles las reglas:
- En este espacio no se puede pegar, interrumpir, gritar, burlarse o insultar.
- Se tiene que hablar del “Yo” y no de “Tú”. Los niños deben hablar de lo que sintieron o sienten y no de lo que el otro les hizo.
- Cada uno tiene un turno de 5 minutos (a determinar por los padres). Se coloca una alarma en el celular para que se respete el tiempo o el reloj de arena.
- Si los niños no saben verbalizar cómo se sienten, pueden dibujarlo y entregarle el papel al otro.
- Después de transmitirse sus sentimientos, se pone otro tiempo para ver si logran conciliar. Esto tiene que ver con pedir perdón, hacer las paces y prometer que no volverán a repetirlo.
- Los padres no pueden actuar de jueces, solo son mediadores. Los niños deben percibir que hay justicia, porque si no le toman más rabia a su hermano.
- No hay que obligarlos a hacer las paces porque esto agranda la brecha.
- No permitas que recurran a ti para resolver el conflicto. Deben negociar y conciliar ellos.