La implicación de los padres y maestros es fundamental en el éxito escolar de sus hijos. Estas sencillas pautas pueden ayudar a orientar o reorientar su rendimiento por el buen camino.
- Reconoce y acepta que tu hijo tiene dificultades. Estudia el problema, localiza dónde falla el proceso educativo y pon los medios necesarios para superarlo.
- Antes de decidir, habla con el niño para saber cuál es su problema y qué tipo de ayuda puedes ofrecerle.
- No asedies a tu hijo con la idea del estudio. Explícale cuáles son los objetivos y qué es lo que se espera de él.
- No te intereses sólo por las notas, también son importantes sus problemas con los compañeros o de relación con los profesores. El niño debe sentir que sus estudios son un asunto que interesa.
- Participa en las actividades escolares que impliquen la presencia de los padres.
- Muestra predisposición y atiende sus necesidades y preguntas en casa, pero no le hagas los deberes.
- Sé coherente. Si tu hijo ve leer en su casa y tú compartes con él tus conocimientos será más fácil despertar su deseo de aprender.
- No amenaces ni castigues. Apuesta, sobre todo, por la persuasión y la estimulación.
- Enseña a tus hijos a estudiar, el estudio requiere sus técnicas.
- Explícale que no debe desanimarse, que hay que ser tenaz y buscar alternativas.
- Evita transmitir mensajes negativos del tipo “eres un mal estudiante”, porque puede llegar a creérselos y bloquear su desarrollo posterior.
- Celebra sus éxitos, por mínimos que sean.
Fuente: Webconsultas