Estudios recientes demuestran que las habilidades matemáticas de un niño, al ingresar a preescolar, pueden ser un elemento que apunte a futuro rendimiento académico en matemáticas y lectura a lo largo de la primaria. El aprendizaje de las matemáticas promueve la memoria de trabajo, mejora la atención y aumenta otras capacidades cognitivas básicas.
A través de actividades lúdicas, como éstas, tu hijo cobrará más interés por el tema y podrá desarrollar una base sólida para comprender las matemáticas.
Conceptos numéricos
El conteo es importante porque ayuda a los niños a aprender la secuencia numérica, pero incluso antes de contar, necesitan adquirir una comprensión básica de los números.
Aquí hay algunas maneras de fomentar dicha comprensión:
- Cuenta objetos en contextos cotidianos (con él).
Cuenten la cantidad de botones en la camisa de tu hijo a medida que los abotones, la cantidad de naranjas que él te ayuda a poner en la bolsa de supermercado, la cantidad de tenedores necesarios para poner la mesa o la cantidad de escaleras que se suben desde una puerta principal. Comienza con números pequeños (no más de cinco) y ve aumentando la cantidad cuando esté listo para ello. - Pon objetos pequeños en una fila.
Reúne algunas monedas y haz que tu hijo las cuente. Después de que las haya contado, reorganízalas en un círculo, en una fila, o extiéndelas, y pídele nuevamente que cuente los objetos. No te sorprendas si tiene que hacerlo de nuevo desde cero. Pero si responde automáticamente sin contar, sabrás que ha dominado la invariancia numérica. - Encuentren objetos que vayan en pares.
Si tu hijo tiene dificultades con la correspondencia uno a uno, busca objetos que se combinen bien, como cucharas y tenedores, tazas y platillos, figuras de caballos y vaqueros, y pídele que los combine. Mientras lo hace, dile que cuente cada conjunto de objetos para reforzar la idea de que cada par consta del mismo número. - Jueguen juegos de mesa que impliquen contar.
Los juegos simples de dados y casillas son excelentes para ayudar a los niños a reconocer números y contar movimientos. Otros juegos más complejos se valen de dos dados, en lugar, o de uno y de duplicar el número que aparece para cada movimiento. También la baraja o el juego de Uno (hasta cinco y luego hasta diez) sirve para este propósito. ¡La suma más alta de dos cartas gana!
Geometría y comprensión espacial
Los niños pueden desarrollar una comprensión básica de la geometría y las relaciones espaciales jugando con bloques y otros juguetes de construcción. Fomenta las habilidades relacionadas con la geometría con estas ideas.
- Identifiquen formas en el hogar.
Jueguen un juego sencillo de encontrar formas básicas en el hogar, como rectángulos en interruptores de luz, cuadrados en cristales, círculos en relojes, etc. Pídele a tu hijo que explique cómo diferencia cada forma por sus características definitorias (por ejemplo, un triángulo tiene tres lados conectados) y no definitorias (como la posición o el tamaño del triángulo). - Hablen sobre la disposición de imágenes en un libro.
Cuando lean un libro de cuentos, usa un lenguaje espacial para hablar sobre la ubicación de las imágenes. Haz preguntas relacionadas como «¿Dónde está la luna? ¿Encima del árbol? ¿Debajo del árbol?» O haz referencia a los tamaños preguntando: «¿El hipopótamo es más grande que el mono? ¿Qué animal es más grande? ¿Cuál es más pequeño?» - Tracen un mapa de tu casa.
Practiquen un lenguaje más espacial. Ayuda a tu hijo a hacer un mapa de su habitación o del patio trasero. A medida que coloque y espacie muebles, ventanas y armarios, o jardines, árboles y arbustos, pregúntale dónde están ubicados y qué tan juntos están.
Medición
Hay muchas formas de medición para aprender (longitud, altura, peso, tamaño, cantidades) y muchas herramientas para medir. Incluye conceptos de medición en las actividades cotidianas.
- Lleven a cabo mediciones mientras cocinas u horneas.
Llenen tazas medidoras con agua o harina y cucharas medidoras para presentarle a tu hijo el concepto de números enteros y fracciones. Realiza preguntas como «¿Puedes llenar media taza? ¿O puedes llenar una cucharadita?» - Adivinen el peso de productos en el supermercado.
La próxima vez que vayan el supermercado, saca dos artículos diferentes de los estantes y pregúntale a tu hijo cuál es más pesado: «¿La lata de sopa o la caja de galletas?» Así aprenderá a entender los conceptos de pesadez y ligereza. - Comparen los tamaños de sus pies.
Coloca tu pie al lado del pie de tu hijo y pregúntale cuál es más largo o más grande. Ten a la mano una regla o cinta métrica para comparar los tamaños y hacerle diferenciar entre largo y corto, grande y pequeño.
Como podrás apreciar, no todos los ejercicios para que tu hijo aprenda matemáticas tienen por qué parecerle aburridos. Si logras llevarlo a comprender estos diversos de matemáticas mediante actividades entretenidas, tu hijo habrá ganado conocimiento indispensable para la vida, más allá del ámbito escolar, y quizá hasta pueda desarrollar un gusto especial por las matemáticas.
Fuente: Colegio Chimalistac
