Aveces no es tarea fácil hacer que los hijos cooperen en casa y este hecho, junto con otros como una comunicación inadecuada, puede hacer que los padres se vean desbordados, cansados o estresados y caigan en el error de hablar a los menores con un tono de voz controlador. Ahora, un estudio ha demostrado que las madres que se dirigen así a sus hijos adolescentes pueden provocar el efecto contrario a lo que pretenden conseguir.
La Dra. Netta Weinstein, de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), ha sido la principal autora de la investigación que ha analizado los efectos que tiene un tipo de voz presionador, y otro de apoyo a la autonomía, o neutral, de las madres, en 486 niños y 514 niñas de entre 14 y 15 años. Para ello, a los participantes se les pusieron de manera aleatoria 30 grabaciones con mensajes de sus madres –como “es hora de ir a la escuela”– en diferentes tonos, y se les hizo rellenar un cuestionario sobre cómo se sentían ante estas instrucciones.
Los resultados, que se han publicado en la revista Depelopmental Psychology, mostraron que la entonación utilizada por las madres tenía un importante impacto sobre las respuestas emocionales, conductuales y relacionales de los jóvenes. Los adolescentes que recibieron mensajes con tonos de apoyo a la autonomía manifestaron reacciones positivas, en comparación con las que mostraron cuando sus madres usaban un tono de voz neutral.
El tono de voz también es importante en las escuelas
Cuando las instrucciones se daban con un tono de voz controlador, los adolescentes respondieron de manera no deseada, según el estudio. Esto indica que la manera de expresarse y la entonación elegida para comunicarse entre padres e hijos es crucial, pues se encontró una probabilidad más elevada de participación si las indicaciones se les transmitían con una voz que denotaba apoyo, además de presentar menos emociones negativas y más sentimientos de cercanía.
Los hallazgos de este estudio también pueden ser útiles para los profesores de las escuelas, que podrían mejorar el aprendizaje y el bienestar de los estudiantes utilizando un lenguaje más motivador. Los investigadores quieren seguir el sendero de este descubrimiento para averiguar cómo el tono de voz puede afectar de manera fisiológica, como por ejemplo a la frecuencia cardiaca o a la piel, y cuánto pueden llegar a durar esos efectos.
Fuente: WebConsultas