Alimentar con lactancia materna a los bebés prematuros contribuye a corregir los defectos estructurales y funcionales de su corazón, según revela un nuevo estudio que han realizado investigadores de la Universidad de Oxford en Reino Unido, que se ha publicado en Pediatrics, y en el que han participado 102 personas que habían sido seguidas desde su nacimiento prematuro, en 1982, a las que compararon con otros 102 individuos sanos y nacidos a término.
Un parto prematuro –antes de la semana 37 de embarazo– dificulta el correcto desarrollo del corazón, por lo que, como ya observaron estos mismos científicos en una investigación previa, al llegar a la edad adulta los corazones de las personas que han nacido de forma prematura tienen cámaras más pequeñas y paredes más delgadas, lo que hace que su funcionalidad se encuentre limitada.
Esta anomalía se produce en los primeros meses de vida del niño, y como el desarrollo del corazón está relacionado con el tipo de alimentación, los autores del trabajo decidieron analizar el impacto que podría tener la lactancia materna sobre la salud de este órgano. Para ello, realizaron un reconocimiento cardiovascular completo a dos grupos de individuos, todos ellos adultos veinteañeros.
Los integrantes del primer grupo formaban parte del estudio original y habían nacido prematuramente, mientras que los del segundo grupo habían nacido a término, y sirvieron a los investigadores como referencia a la hora de establecer cómo debería ser un corazón que se hubiese desarrollado normalmente.
Los científicos comprobaron que el corazón de las personas nacidas prematuramente presentaba un volumen y funcionalidad menores que en el caso de los nacidos a término, pero que las diferencias se reducían en los prematuros que habían sido alimentados con leche materna, y que cuando la alimentación del bebé había combinado lactancia materna y lactancia artificial, cuanto mayor era la proporción de leche materna mejores eran la estructura y funcionalidad coronarias en la edad adulta.
Como ha explicado el Dr. Adam Lewandowski, director del estudio, las leches de fórmula, aun las de calidad superior, no contienen algunos de los factores de crecimiento, enzimas y metabolitos que aporta la leche materna, y sus hallazgos demuestran que incluso en las personas a las que la prematuridad ha afectado negativamente al desarrollo de su corazón, la lactancia materna ha beneficiado su salud coronaria.
Fuente: WebConsultas