Pensar bien nos lleva a sentirnos bien. Los pensamientos determinan los sentimientos y las emociones. Es muy importante emplear el pensamiento positivo como clave del bienestar. Hoy hemos elaborado un juego educativo para fomentar el desarrollo de un pensamiento positivo que contribuya a emociones. “El poder del pensamiento positivo”
En que consiste el juego pensamiento positivo
El juego consiste en fomentar la reflexión sobre los propios pensamientos y tomar conciencia de cómo estos afectan a nuestras emociones y por consiguiente a nuestro bienestar. Pensar bien nos lleva a sentirnos bien, en cambio pensar mal nos hace sentirnos mal. Gracias a esta reflexión podrán aprender a modificar sus pensamientos negativos por otros positivos.
Objetivos dinámica pensamiento positivo
- Desarrollar el pensamiento positivo.
- Comprender la importancia de identificar los propios pensamientos y la influencia de estos en las emociones.
- Favorecer el desarrollo de habilidades para modificar los pensamientos negativos.
Participantes
- Niños y niñas de 6 años en adelante.
Materiales
- Ficha pensamientos negativos y positivos. Cartulina con árboles, material para escribir, colorear, recortar y pegar.
Instrucciones el poder del pensamiento positivo
- Preparación: Preparamos las fichas
- Explicación: Explicamos a los niños y las niñas que hay diferentes pensamientos. Los pensamientos positivos, nos hacen sentir bien y los pensamientos negativos, nos hacen sentir mal. Ante las diferentes situaciones podemos tener diferentes pensamientos, por ejemplo:
No me han invitado a una fiesta de cumpleaños. Puedo pensar y sentirme:
- No me quieren, no soy una persona interesante. Me siento triste y enfadado.
- Se habrá olvidado de enviarme la invitación o tal vez no seamos tan amigos. Me siento: tranquilo, no me enfado.
Los pensamientos van a hacer que nos sintamos de un modo u otro. Es muy importante reconocer los diferentes pensamientos que tenemos ante las diferentes situaciones y aprender a pensar bien.
A continuación vamos a hacer una reflexión con algunos ejemplos, para ello completamos la tabla de los pensamientos positivos y negativos. Anotando diferentes pensamientos para diferentes situaciones y su correspondiente emoción.
Una vez terminada la ficha ponemos en común las ideas con el grupo. Podemos incluir más situaciones que les ocurran a los niños y niñas y reflexionar sobre ellas.
Ahora repartimos una cartulina, dividida en dos partes iguales con dos árboles iguales en blanco, uno en cada lado de la cartulina. En uno de ellos ponemos arriba “El árbol de los Pensamientos Positivos” y en el otro “El árbol de los Pensamientos Negativos”. Con la reflexión que hemos hecho, anotamos en las raíces los pensamientos correspondientes a cada árbol, los positivos en el árbol de los pensamientos positivos y los negativos en el árbol de los pensamientos negativos. Podemos escribir los pensamientos, usar colores, pegar imágenes, hacer dibujos, etc. Las raíces del árbol darán lugar a unas hojas o frutos. En las ramas del árbol colocamos en forma de hojas, flores o frutos, las emociones relacionadas con los diferentes pensamientos. Podemos emplear colores, letras, dibujos, pegar imágenes etc.
Finalmente les explicamos lo siguiente, cuando nuestra raíz es un pensamiento negativo, tendremos de fruto emociones negativas. En cambio si nuestras raíces son pensamientos positivos tendremos como fruto emociones positivas.
Fuente: Escuela en la nube