Lo más importante para trabajar las emociones de los niños es saber aprovechar cada oportunidad que se puede presentar en el día a día. Por ejemplo, una conversación en la que habláis sobre lo que le ha pasado a un amigo suyo o quizás si habéis visto una película en el cine… Sería fundamental que no solo hiciéramos algún comentario de esas situaciones, sino que también analizaremos más profundamente preguntándole ¿cómo crees que se sintió? ¿Y tú cómo te sentirías?
Siempre es más eficaz hablar de emociones cuando se producen, que forzar ese tipo de situaciones. No obstante, a veces se nos escapan esos momentos o queremos reforzar ciertos aspectos e incluirlo en la rutina diaria y es por eso que te recomendamos algunos juegos que te ayudarán enormemente.
1. Detective de emociones
Lo primordial para trabajar las emociones es identificarlas, por eso, buscad diferentes personas en una revista, internet o cuentos que tenga tu hijo y que le gustan. Juntos tratad de adivinar qué estado emocional tienen esos personajes en una situación concreta.
Una vez que todos han acertado, cada uno deberá proponer las causas que le han llevado a sentirse así, ¡y no vale repetir! El que sea el menos original, deberá hablar de cómo le ayudaría a sentirse mejor.
2. Guiño emocional
Hablar de emociones no siendo tú el protagonista, ayuda a entender y fomenta la expresión de nuestros sentimientos. Por eso, utiliza marionetas o cualquier juguete que le guste a tu hijo para involucrarle más en este juego.
Para jugar al guiñol emocional, lo primero que tienes que hacer es escribir en un mazo de cartas diferentes emociones (las que en concreto quieras trabajar y en función de la edad de tu hijo). Una vez hecho esto, debes escoger un personaje y tres cartas al azar de la baraja y representar una historia que contenga esas tres emociones. Si ves que le cuesta pensar en tres o es demasiado fácil, incrementa el nivel añadiendo o disminuyendo las emociones o los personajes que deben sentirlo.
3. Piezas musicales emocionales
La expresión de sentimientos utilizando cualquier sentido siempre es interesante, la música es un recurso que a los niños les gusta mucho y rápidamente van a estar encantados con la propuesta. Así que selecciona diferentes piezas de música: música lenta, una más rápida con muchos cambios, otra que sea más monótona… Después de escuchar los diferentes estilos de música, deberán pensar en qué emoción les suscitó y describir una situación que les haya evocado esa música y dibujarla.
4. La emoción de ser compositor
Como hemos dicho, la música tiene muchas utilidades. En esta ocasión, componer vosotros diferentes canciones que correspondan con una emoción concreta e incluso una coreografía que le acompañe si le gusta bailar. Si tuviéramos que representar la alegría o la tristeza, ¿cómo sonaría?, ¿qué pasos nos hacen ser felices?
5. Diario
¿Te acuerdas cuando te regalaban un diario? Quizás las nuevas tecnologías hayan sustituido esas libretas. No obstante, regalar o hacer un diario es una idea perfecta para aquellos que les cuesta expresar sus emociones a los demás. Así que antes de comprarle un teléfono o que sea suficientemente mayor para aparecer en redes sociales, explícale la importancia de hablar de lo que nos ha pensado, aunque nadie más pueda leerlo. Quizás él también descubra la magia de escribir lo que le pasa y llegue a compartirlo en alto.
Fuente: Guía Infantil